domingo, 12 de agosto de 2007

A 104 años de su muerte, se sigue su ejemplo.

Su ejemplo, su mística y sus normas se mantienen
en los educadores con visión

Eugenio María de Hostos

1839-1903

EUGENIO MARÍA DE HOSTOS. 1839-1903.

Nació en Mayagüez Puerto Rico.

Educado en España, y seguidor estudioso de la filosofía que prevalecía en el siglo XIX.

Regresó a América, residiendo en los Estados Unidos, sus principales ideas para ese entonces eran las de la liberación de los pueblos antillanos los que seguían bajo el yugo español, Hostos se pone en contacto con exiliados cubanos, y participó en una frustrada expedición revolucionaria. Tiempo más tarde se inclina al problema de su patria en la que se daba un grito liberador por un puñado de Boricuas.

El gobierno de Gregorio Luperón, apoyó los movimientos de liberación de la isla de Puerto Rico, por lo que amparó en tierra Dominicana aquellos luchadores de Cuba y Puerto Rico.

Fue este hecho el que en 1875 trajo a Hostos a nuestra tierra, ubicándose en la ciudad de Puerto Plata y desde donde continua sus actividades de lucha en apoyo a las islas caribeñas, allí crea un periódico que circuló por toda América.

Hostos se consagra a la enseñanza, siendo un pedagogo en potencia en pos de desarrollar esa vocación. Sus intenciones son enfrentadas, aunque Hostos se mueve con libertad para ejecutar sus ideas educativas se debe enfrentar a la tradicional educación empírica apoyada por los sectores colonialistas y tocada además del clericalismo.

La escuela hostociana en los momentos de su desarrollo fue considerada por los enemigos de las reformas, como “hija de ciencia” y “escuela sin Dios” estos inconvenientes eran de esperarse, pero Hostos no miro atrás, emprendió una incansable búsqueda de discípulos, visitando todas las zonas del Cibao, en donde consiguió un limitado numero de adeptos, y en 1880, comienza a funcionar en Santo Domingo la Escuela Nacional, apoyada por el gobierno de Luperón quien estaba ansioso del desarrollo de esas maravillosas ideas.

A partir de Hostos, es cuando se considera la escuela como una institución Dominicana.

Hostos no solo predicó, sino que creó escuelas y enseño mediante las pautas trazadas por él, como maestro de maestros que fue.

Los logros de este proyecto eran palpables y es cuando se implanta oficialmente la enseñanza racional hostociana. Se establecen escuelas normales en las diversas regiones del país, amparado en esta ocasión por el gobierno de Horacio Vásquez, el que surgió de un movimiento revolucionario.

Hostos con su sencillez y ecuanimidad no supo doblegarse ante los poderosos en busca de favores, fue ejemplo de una noble y valiente postura que conviene al verdadero maestro, además formuló el más amplio sistema de pensamiento en el continente, y con él penetró limpio y sencillo en diversas ramas de las Ciencias Sociales. Hostos fue considerado como el “Hijo autentico de América Hispana”. Murió en Santo Domingo en 1903.


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